Esta historia data de 1967. La cosa es que cambiaron las cosas. Brian Wilson volvió a grabar Smile en 2004, sin la ayuda del grupo de Beach Boys. El resultado fue muy bueno. Pensad que por primera vez se podía escuchar uno de los mejores discos de pop de los 60 después de casi 40 años. Pero lo cierto es que fallaba algo, y es que ese álbum era de los Beach Boys, no de solo Brian Wilson. Cabe destacar que las voces y coros del grupo son los únicos que pueden compararse con los Beatles.
Total, llegó 2011 y tuvieron la genial idea de rescatar las grabaciones originales y mezclarlos para dar lugar al disco que debió salir hace más de 40 años. Un álbum de la mejor añada, reserva del verano del amor. Como el mejor de los vinos, está bien saborearlo después de tanto tiempo por estar más reposado y muchos hemos podido digerir esta mágica época, pero siempre tienes ganas de más. Si bien es cierto que no es mejor que "Sgt. Pepper's..." de los Beatles, es un LP que sí que podría haber rivalizado con ellos (algo muuuuuy respetable) y podría haber acabado como su mejor disco.
Sin más dilación, vamos a por la música. Lo cierto es que comparándolo con los Beatles es un álbum bastante monótono, pero en ningún caso aburrido o simple. Las melodías entrelazadas no tienen comparación alguna. El trabajo vocal presente es inmejorable. Pero tiene ese defecto. Es un disco para escuchar entero porque apenas tiene un par de temas que destacan sobre los demás, aún siendo el nivel general muy bueno. Para destacar, el principio es mágico. Dos canciones acapella que introducen el mejor tema de la primera mitad: