domingo, 17 de marzo de 2013

Axl Rose, demandado por romperle los dientes a un fan

El vocalista tiene la costumbre de arrojar su micrófono inalámbrico a la multitud al final de sus conciertos. Esta tradición provocó un accidente que puede costarle 5.000 euros en esta ocasión.

Axl Rose, demandado por romperle los dientes a un fan
Los hechos tuvieron lugar hace unos días en Perth, Australia, continente por el que Guns n' Roses están de gira con ZZ Top y Rose Tattoo como artistas invitados. Como es habitual, en el momento de éxtasis final del recital, entre estruendos sonoros y lumínicos, el micrófono inalámbrico de Axl vuela hacia el público en forma de último gesto de complicidad.
Sin embargo, en esta ocasión la mala suerte se cruzó inesperadamente por allí y el micro terminó impactando de manera accidental directamente contra la cara de Darren Wright, un hombre de 39 años que, aturdido por el golpe, tardó unos instantes en comprender lo que había sucedido.
"Pensé que me habían tirado al suelo, pero pronto noté los trozos de dientes en mi boca y alguien buscando entre mis piernas el micro. No creo que haya sido su intención, pero fue directo a mi boca, por lo que me sorprende que no me hiciera más daño. Ahora sólo quiero que alguien me pague la reparación de mis dientes rotos", ha relatado el herido.
Para poder lucir de nuevo una sonrisa decente, Wright, que rechazó saldar el asunto con un micro autografiado por Axl, tal y como le ofreció el promotor de la gira, reclama 5.000 dólares a través de un bufete de abogados de la ciudad. "No creo que ese micrófono arreglara mis dientes", ha declarado con sorna el afectado.

lunes, 11 de marzo de 2013

Entrevista a Brian May




Entrevista concedida antes de la entrega del Premio al Patrimonio de PRS a Queen en el Imperial College de Londres

Brian May ha ocupado un lugar preponderante en la música británica desde que cofundó la megabanda Queen hace cuatro décadas. El renombrado guitarrista, compositor, productor e intérprete es también Doctor en Astrofísica, una autoridad en fotografía estereoscópica 3D y un apasionado activista por los derechos de los animales.
Como uno de los grupos más prolíficos del mundo, Queen ha producido 16 álbumes número uno, 18 singles número uno y vendido más de 300 millones de discos en todo el mundo. Brian escribió 22 de sus éxitos en los 20 principales, incluyendo We Will Rock You, y ha tocado en más de 700 conciertos con la banda. Como artista solista consumado, Brian también ha ganado dos Premios Ivor Novello por derecho propio.

Fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico en 2005 por 'servicios a la industria de la música y por su trabajo de caridad' y patrocina cantidad de entidades benéficas incluyendo a la Mercury Phoenix Trust, que fue organizada en memoria del fallecido líder de Queen Freddie Mercury. Esta organización caritativa ha distribuido más de 15 millones de dólares en apoyo de proyectos de lucha global contra el SIDA en los últimos 20 años.

Brian, junto con el batería de Queen Roger Taylor, recibieron el Premio al Patrimonio de PRS for Music [Asociación de Derechos de Actuación para la Música] en el lugar en el que realizaron su primer concierto londinense en julio de 1970. Antes del evento se realiza esta entrevista para averiguar cosas sobre de sus composiciones, la edad dorada de la música de guitarras y sus recuerdos más perdurables de Freddie Mercury.
¿Por qué piensas que Queen ha representado una fuerza tan duradera en la música británica?

Es difícil contestar desde dentro… Pero había un motor fuerte en Queen, particularmente desde el punto de vista compositivo. No era simplemente una persona escribiendo y el resto de nosotros interpretando. Todos componíamos y creo que fue Ben Elton el que señaló que éramos la única banda en la cual todos sus miembros habían escrito un éxito número uno. Con lo cual siempre estábamos peleando para ser escuchados. Éramos como cuatro pichones en un nido, ¡todos gritando fuerte! Desde ese lugar fuertemente competitivo surge una fuerza. Todo lo que sacábamos era destrozado críticamente antes de que llegara a ver la luz. Entonces, si la gente nos criticaba en los medios nunca nos molestaba tanto realmente ¡porque ya habíamos escuchado muchas cosas peores de nuestros compañeros de grupo!

Supongo que por alguna razón parecía que estábamos hablando de cosas reales para gente real. No estábamos hablando acerca de las vidas de las estrellas de rock; estábamos hablando de las esperanzas y los sueños de todo el mundo. Inconscientemente nos transformamos en una banda de la gente y todos el sentimiento en las canciones son cosas que todos sienten… –I Want To Break Free [Quiero Liberarme], I Want It All [Lo Quiero Todo]- hablábamos acerca de las emociones interiores de la gente. Y por suerte para nosotros, la música parece superar las brechas generacionales. Las emociones sobre las cuales cantábamos son comunes a todo el mundo, así tengan 9 ó 95 años.
He escuchado que citas al 'Álbum Blanco' de The Beatles o a Led Zeppelin como grandes influencias. Me pregunto si piensas que la edad dorada de la música de guitarras. ¿O crees que aún está fresca?

Creo que todavía está bastante saludable. La industria de la música está en un sitio particularmente complicado porque todo el mundo quiere su música gratis y es muy difícil ser un artista nuevo porque ¿cómo lograrás hacer dinero? Pero pienso que las fuerzas aún son poderosas y frescas, y todavía aparecen grandes grupos en estos días. La guitarra es gran parte de eso aún. La guitarra parece tener esta habilidad para expresar las emociones de la gente ¡les guste o no!

¡La música de guitarras puede ser bastante frontal!

¡Sí! Es muy elemental. Le dicen ‘hacha’ y es un poco como tener un hacha en tu mano: puedes tallar cosas, tienes mucho poder en tus manos.
¿Cuál es tu canción preferida de Queen?

No lo sé, ¡es tan difícil de precisar!

OK, ¿cuál es tu canción favorita para tocar en vivo?

Aquellas a las que siempre vuelvo son We Are The Champions y We Will Rock You, porque sin importar la situación, dónde estés, con quién o cuál sea la calidad del equipo de sonido, esas dos siempre conectan. Siempre se siente como que has llenado las expectativas de la gente cuando tocas esas canciones, así que supongo que son mis preferidas. Ambas han sido muy diferentes, de acuerdo a cómo haya sido la situación en que hayamos estado.

¿Cómo llegaste a escribir We Will Rock You?

Llegamos a un cierto punto en el que estábamos haciendo una gira por el Reino Unido y tocamos en un lugar llamado Bingley Hall en los Midlands. La cosa había estado desarrollándose gradualmente en términos de cómo se comportaba nuestra audiencia, ¡pero en esa noche en particular el público nos inundó cantando todas las líneas de todas las canciones! Fue estimulante pero nos demandó un esfuerzo de voluntad darle lugar a esto porque veníamos de un lugar en el cual nosotros tocábamos y la gente escuchaba. Bajamos del escenario y la gente todavía cantaba. Era You'll Never Walk Alone, que estuvo maravillosa y con un sonido asombroso. Después de eso nos sentamos a hablar y decidimos que o resistíamos esta evolución que estaba llevándose a cabo o la acogíamos y la alentábamos. Esa noche escribí We Will Rock You y Freddie escribió We Are The Champions, con la idea de que estábamos fomentando activamente que la gente sea parte del espectáculo, que interactúe con nosotros.

Cuando fuimos a hacer la siguiente gira, esas canciones eran parte de la actuación y todo se acomodó en su lugar. Incorporamos la noción de que el público fuera tan parte del espectáculo como la banda. Es curioso porque se ha vuelto algo bastante común pero en esos días no lo era. Venimos de una época en la cual la gente se sentaba en el suelo durante los conciertos y no se movía. Escuchaban y sacudían un poco sus cabezas pero no había ninguna interacción como tal. La interacción ha llegado a un lugar colosalmente diferente. Ahora sucede mucho. Ves cualquier grupo en una situación de estadio y sucederá, pero entonces era nuevo, nadie había hecho eso antes.

Sin embargo, es aún bastante único el hecho de ir a tu casa y crear algo tan específicamente para esa función de participación del público en vivo…

Fue muy instintivo. Me levanté con la canción en mi cabeza. Recuerdo haberme ido a dormir pensando: “¿Qué puede hacer la gente cuando está de pie, todos apretujados juntos en un auditorio?”. Pueden pisotear, pueden levantar sus manos, aplaudir y pueden corear. Para cuando me levanté mi cerebro había juntado las piezas y pude escucharlo en mi cabeza: ¡parecía la cosa más sencilla que les podía pedir que hicieran y con lo que se pudieran sentir bien! Y entonces la canción se volvió algo acerca de las esperanzas y los sueños de la gente mientras avanzan en sus vidas.

Hay una pizca de ironía en la canción que siempre es complicada de sacar adelante. We Will Rock You parece bastante optimista en la superficie. Pero si escuchas las palabras hay un elemento cuestionador en cuanto a qué podemos realmente lograr en nuestras vidas y para qué estamos aquí.
¿Recuerdas la primera canción que escribiste?

Probablemente, una de las primeras ideas que tuve fue una canción llamada The Real Life. Era sobre alguien sentándose completamente solo y triste, y otro llegando y diciéndole que ellos no estaban viviendo una vida real: “Ven conmigo, te mostraré una vida real”. Nunca vió la luz, pero creo que la tengo en un demo en alguna parte. Muy pronto después de eso escribí otro par de canciones. Una llamada Polar Bear, que los admiradores más acérrimos de Queen conocerán porque ¡la grabamos! ¡Era un cuento metafórico! Sobre alguien que veía un oso polar en un escaparate, ¡pero no estaba en venta!. Y escribí Step On Me, que ciertamente grabamos, tal vez con mi primer grupo, 1984. La primera canción que tú probablemente conozcas es Keep Yourself Alive, que abrió el camino de nuestro primer álbum y fue nuestro primer single.

¿Cómo te sientes respecto a tus composiciones?

Lo curioso es que no me considero un compositor realmente. No soy alguien que la mayoría de los días se sienta y escribe una canción. Acontece o no. Algo me apasionará por completo o algo pasará. O bien escucharé una melodía en mi cabeza o algunos versos. Sucede orgánicamente. No soy capaz de hacer que pase a voluntad. Tiras una idea, y a veces ni siquiera estás seguro de dónde vino.

¿Cuál es el elemento clave de una canción realmente grandiosa? ¿Es la letra, una melodía o algo más?

Bueno, te citaré lo que Don Black me dijo una vez. Alguien le había preguntado sobre las complejidades de la composición y el respondió: “Todo lo que importa es: “¿Cómo avanza?””. ¡Hay mucha verdad en eso! Todo se reduce a tener una gran melodía, y buenas palabras son parte de eso. Si tienes esas, no hay cantidad de arreglos o producción que puedan tomar su lugar. ¡Dios sabe de dónde vienen! Las buenas melodías vienen del cielo, supongo. Pero ciertamente, la gente es capaz de producir buenas melodías directamente del éter. Por ejemplo, no importa lo que pienses de ABBA, no puedes negar que esas melodías son inmortales; te provocan algo. Y de eso se trata. Se trata de: “¿Cómo avanza?”.
¿Crees que ser buen compositor puede aprenderse o piensas que es innato?

Creo que, como en cualquier habilidad creativa, puedes alentarte a ser abierto y sacar ventaja de cualquier inspiración que tengas. Es como ser un atleta; tienes cierta cantidad de habilidad natural, pero trabajas en ella y la ejercitas. Tratas de tomarla por sorpresa.

¿Recuerdas en que gastaste tu primer cheque de royalties de PRS for Music?

Es aquellos días los cheques de royalties eran pequeños y estábamos tan en deuda que no salíamos y simplemente lo gastábamos. ¡Sólo esperábamos que más adelante nuestras deudas fueran canceladas! Fue cuando llegamos a nuestro tercer álbum, Sheer Heart Attack, que nos dimos cuenta de que habíamos vendido un montón de ejemplares ¡pero no habíamos visto nada! No solamente estábamos desprovistos; estábamos inmensamente en deuda, así que mucha de la gente que nos suministraba las cosas que precisábamos, como equipos, no iba a hacerlo más porque no podíamos pagarles. Eso fue una verdadera crisis para nosotros, y lo que nos condujo a encontrar una manera de salir la situación con nuestros representantes, que era incapacitante en ese entonces. Firmamos con John Reid, que era el representante de Elton John en esa época. Por suerte para nosotros, al cuarto álbum, A Night At The Opera, le fue realmente bien y fuimos capaces de cancelar nuestras deudas.

¿Cuál es tu enlace con el Imperial College de Londres?

Fuí estudiante allí. Hice tres años de carrera de grado en Física y luego volví por cuatro años para hacer un Doctorado en Astronomía. Pero sólo tenía una beca por tres años, así que en el cuarto enseñaba en una escuela secundaria en Brixton para pagar mis gastos de comida. Al mismo tiempo ya estábamos ensayando con Queen, así que estaba empezando a alejarme forzosamente.

¿Por qué el lugar tiene tanta relevancia para Queen?

El primer concierto propiamente dicho que dimos fue en el Imperial College, en el Union Hall. Lo recuerdo muy claramente porque había visto a toda clase de gente tocando en ese salón. Había sido parte del Comité de Entretenimiento y en esos días agendábamos un grupo para cada noche de sábado. Gente como Spooky Tooth y Steamhammer. También agendamos a Jimi Hendrix. Así que, para nosotros, tocar en ese escenario fue verdaderamente un sueño hecho realidad. El lugar solía llenarse, así que fue un peldaño importante para nosotros. Con nuestro concierto obtuvimos la primera reseña, en una revista llamada Disc. ¡Fue algo grande! Sólo ver gente allí afuera que conocía algo del material porque había escuchado el álbum fue algo importante para nosotros.

¿Estabas nervioso en el escenario?

¡Sí! Aunque creo que siempre estás nervioso; eso nunca cambia. Lo curioso es que, en cierto sentido, se vuelve más intenso mientras avanzas. Tal vez porque hay más expectativa y tienes más que perder allí afuera. Con la edad tiendes a ser más consciente de tus nervios. De niño, ¡sólo sales y haces ruido! Pienso que los nervios son una parte de lo que nos conduce y lo que nos hace hacer algo especial en el escenario. El público se alimenta de eso.
¿Cuál es tu recuerdo más perdurable de Freddie?

Su sonrisa retorcida. Su guiño conspirativo cuando sabía que había dicho algo discutible, y travieso y arriesgado; te dirigía ese pequeño centelleo en su ojo. Por un momento probablemente pensabas que era serio, que en cierto sentido lo era, porque sí tomaba un montón de riesgos. Pero tenía esa manera curiosa de mojarse los labios y sacar esa gran sonrisa, seguida de una risa nerviosa, y te estaba contando algo completamente escandaloso ¡por lo que no sabías si creerle o no! Poseía un sentido del humor muy retorcido, y un gran disfrute de la vida. No se comprometía con ningún sinsentido; no quería quedarse atascado en ningún pantano. No dejó que nada revolviese su vida. Es un gran ejemplo que desearía poder seguir mejor de lo que lo hago.

Crítica: David Bowie, 'The next day', Iso–Sony

Crítica: David Bowie, 'The next day'
Lanzamiento: 11-03-2013
Género: Rock
País: EEUU
Discografía: Iso–Sony


Un trabajo pleno de ambición, con pocas fisuras y, lo más importante, rico en canciones a la altura de la reputación del londinense. La rumorología post-infarto nos hablaba de un Bowie en retirada, abstraído en la contemplación de su creciente colección de cuadros. La inusual discreción del equipo artístico implicado aquí –en estos tiempos de impudicia digital, casi un milagro– permitió que el británico invirtiera el rol y regalara, en el día de su 66º cumpleaños, la noticia por la que sus resignados fans llevaban una década suspirando: el nuevo disco ya estaba en la rampa de lanzamiento.
El errático devenir post-Scary Monsters (1980) parecía haberse enderezado tras su reencuentro, en los albores del presente siglo, con el productor Tony Visconti. De hecho, álbumes como Heathen (2002) y Reality (2003) no pitaron –al menos no lo hicieron estruendosamente– en el sufrido control de calidad. Aún así, se seguía echando en falta un disco que enjugara, de una vez por todas, los sinsabores acumulados en anteriores entregas. Pues bien, The next day es ese disco. Un trabajo pleno de ambición, con pocas fisuras y, lo más importante, rico en canciones a la altura de la reputación del londinense.
Entre las catorce incluidas en la versión estándar –la edición lujosa aporta tres bonus poco interesantes–, destacan Love is lost, con sus guitarras lacerantes y teclados catedralicios. También Valentine’s day, muy cerca de su etapa glam. O If you can see me, conectando con lo mejor de Earthling (1997). Eso por no hablar de la fascinante The stars (Are out tonight), del dramatismo de You feel so lonely you could die o del inesperado zarpazo hard-rock asestado por (You will) Set the world on fire. Esta vez sí: brindemos.

jueves, 7 de marzo de 2013

Noel Gallagher: “El disco de Bowie demuestra que las reuniones son una puta mierda”


El ex Oasis alaba al Duque blanco por evitar la nostalgia y hacer un álbum con canciones nuevas.

Noel Gallagher: “El disco de Bowie demuestra que las reuniones son una puta mierda” David Bowie.
Noel Gallagher ya ha escuchado el disco de Bowie. Y le ha encantado. “Me ha dejado flipado”, reconoce. En los recientes premios de la revista NME le preguntaron qué le parecía The next day, que sale a la venta la semana que viene. El guitarrista respondió: “Me encanta escuchar su voz cantando algo nuevo. Cuanto más escucho Where are we now más me gusta. Y el vídeo es una locura”.
Le preguntaron también qué piensa sobre las reuniones nostálgicas de los grupos que repasan antiguo material en directo. “Lo nuevo de Bowie demuestra que esas reuniones son una puta mierda. Molan que artistas clásicos haga nuevas canciones y nuevos discos”.
Una prueba más de que, por ahora, no habrá reunión de Oasis.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Roban la placa de Freddie Mercury en el cementerio de Londres




La placa desaparece apenas una semana después de descubrirse una placa con el verdadero nombre del ex líder de Queen con las fechas de nacimiento y defunción

Apenas la semana pasada, los fans de Freddie Mercury habían logrado obtener una pista sobre el lugar en que se encuentran los restos del líder de Queen, después de que se hallara una placa con el verdadero nombre del cantante en el cementerio Kensal Green de Londres.

Lo que había significado un gran descubrimiento ha dado un inesperado y dramático giro para sus fieles seguidores, pues dicha placa ha desaparecido del lugar en que se encontraba.

"La placa de bronce —firmada por 'M' por lo que los fans creen que la puso su ex novia Mary Austin, a quien se le dio sus cenizas— ya no se encuentra en el cementerio Kensal Green de Londres", ha difundido el tabloide inglés "The Mirror".

"Los fanáticos especulan que Mary la pudo haber sacado para tenerla nuevamente", agregó el medio.

Love of my lifeMary Austin, a quien Mercury siempre se refirió como "el amor de mi vida", es la única persona que sabe dónde se encuentran los restos del cantante, ya que a ella le entregaron sus cenizas y siempre se aseguró de que nadie supiera qué hizo con ellas.

"Le hice una promesa en su lecho de muerte, de que jamás revelaría dónde estarían sus cenizas. Sé dónde están, pero es todo lo que puedo decir al respecto", aseguró recientemente Austin, según informó el medio británico.

Hasta la semana pasada, no existía pista alguna de dónde se podrían encontrar los restos del intérprete de "Bohemian Rhapsody".

Sin embargo, "The Mirror" publicó una foto de una placa que le dieron esperanzas a los fanáticos del líder de Queen de saber dónde estaban sus restos.

Ésta decía: "En la memoria de Farrokh Bulsara (verdadero nombre de Mercury)", seguido por las fechas de nacimiento y defunción, y al final una leyenda en francés que dice: "Para estar siempre junto a ti, con todo mi amor", firmado por "M".