Robert Plant en Nueva York, en la presentación de 'Celebration day'. FOTO: Jim Spellman/WireImage
Después de su tentador único concierto en 2007, Robert Plant ha insinuado que está abierto a una posible reunión de Led Zeppelin el año que viene. En declaraciones al programa de televisión australiano 60 minutos, el cantante ha rechazado la idea de que él fuera la causa de la inactividad de Led Zeppelin.
"[Jimmy Page y John Paul Jones] son Capricornio. Ellos no dicen nada.
Ellos se quedan en sus propios mundos y me lo dejan a mí", ha dicho
Plant. "Yo no soy el malo… Tendríais que ver a los Capricornio. No tengo nada que hacer en 2014".
Plant, Page y Jones se reunieron en un concierto en concierto en O2
Arena de Londres, el pasado 10 de diciembre de 2007, con Jason Bonham a
la batería, en lugar de su difunto padre, John. Aunque Page y Jones
estaban dispuestos a hacer gira después, a Plant no le interesó. Page y Jones consideraron buscar un sustituto antes de abandonar la idea, y en noviembre del año pasado publicaron su concierto de 2007 en un dvd y cd titulado Celebration Day. Page habló con ROLLING STONE de la gira de reunión que no llegó a fructificar y dijo que no se hizo porque Plant estaba ocupado.
A través de un comunicado en su web, la banda desmiente las declaraciones del Navy Seal, que aseguraba que el grupo solicitó al ejercito que no usara sus canciones "para suavizar" antes de los interrogatorios. Por Metallica niega haberse opuesto al uso de su música en torturas Metallica.
Metallica fue noticia la semana la semana pasada, después de que un miembro del grupo de operaciones especiales (Navy Seal) asegurara que el grupo había pedido al ejército de EE UU que no usara su música en torturas. "Cuando empezamos la guerra en Irak, usábamos la música de Metallica para suavizar a la gente antes de interrogarles", decía el soldado en una entrevista publicada en el número de marzo de la edición americana de Esquire. "El grupo se enteró y dijeron: 'Oye, por favor, no uséis nuestra música porque no queremos promocionar la violencia", continúa.
Pues bien, ayer la banda aludida, ha desmentido las declaraciones del Navy Seal con un escueto comunicado en su web, titulado Calmando los ánimos:
"Se ha hablado mucho estos días de nuestra petición al ejercito de no usar nuestra música para "suavizar a la gente antes de interrogarles". Nosotros NUNCA dijimos nada al ejercito sobre este tema. Cualquier declaraciones que se hayan hecho diciendo lo contrario no son correctas".
Uno de los miembros del grupo de operaciones especiales
(Navy Seal) que perpetrarón el ataque en Pakistán en el que murió Bin
Laden, el 1 de mayo de 2011, concretamente el tipo que le disparó, es
noticia estos días, al contar su historia en una entrevista publicada en el número de marzo de la edición americana de Esquire.
Además de aportar más datos sobre aquella noche, y contar que actualmente se encuentra en paro y sin seguro médico, situación que está copando los titulares de los periódicos de todo el mundo, El Tirador (The Shooter), como se le ha bautizado en el reportaje, explica que el ejercito utilizaba la música de Metallica como tortura, hasta que el grupo solicitó que dejaran de hacerlo.
"Cuando empezamos la guerra en Irak, usábamos la música de Metallica
para suavizar a la gente antes de interrogarles", cuenta en el
reportaje. "El grupo se enteró y dijeron: 'Oye, por favor, no uséis
nuestra música porque no queremos promocionar la violencia'. Yo pensé,
tíos, tenéis un álbum llamado Kill 'em all (matad a todos)".
Los
guitarristas de Queen y Black Sabbath quieren publicar una recopilación
de 'riffs', para que otros músicos puedan construir canciones con ellos.
Por Rolling Stone
Brian May, guitarrista de Queen y Tony Iommi, de Black Sabbath,
están trabajando en disco de 'riffs'. Al parecer se trataría de una
recopilación con material que los músicos no han usado, y que estaría
disponible, de alguna forma, para que la gente pueda construir sus propias canciones con ellos. ¡Podrías hacer tu propia música con Tony Iommi en la guitarra!”, ha declarado May.
Según publica el diario Guardian,Iommi se fue de la lengua en una entrevista con la revista Kerrang!: "¿Cuándo vamos a hacer ese álbum de 'riffs' juntos?, soltó. "¿Ya sabes de lo que hablo?".
Al guitarrista de Queen le tocó dar explicaciones: "El álbum del que habla se suponía que era un secreto, pero supongo que ya no…", dijo. "Me apetece mucho el proyecto".
Según el Guardian, el proyecto surgió cuando May visitó el
estudio de Iommi y escuchó extractos de las horas de material que Iommi
tienen almacenados en cintas y discos duros.
De momento, poco más se sabe. Pero con la publicación en junio de 13, el primer álbum de Black Sabbath con Ozzy en 35 años, su gira mundial por Nueva Zelanda, Australia y Japon en primavera y la enfermedad de Iommi, que le obliga a tomarse las cosas con calma, todo parece apuntar que estamos ante un proyecto a largo plazo.
Este lunes 11 de febrero se cumple medio siglo de la grabación del primer disco de The Beatles, titulado Please please me y culpable de toda la 'beatlemania' que con un salvaje latigazo puso de rodillas a medio mundo bajo el yugo pop de los cuatro fabulosos muchachos de Liverpool.
Grabado en los estudios londinenses de EMI de Abbey Road durante una intensa sesión de 585 minutos certificados, el primer largo del cuarteto llegó al mundo el 22 de marzo de aquel 1963, después de haber publicado previamente dos sencillos: Love me do y Please please me.
El disco se encaramó al primer puesto de la lista británica de ventas el 11 de mayo. Please Please Me comandó esta clasificación durante treinta semanas, hasta que fue sustituido en el liderato por el segundo trabajo del grupo, With the Beatles, en una incontestable demostración de poderío.
Las sesiones de grabación se dividieron en tres bloques de algo más de tres horas cada uno, con los músicos tocando en vivo su repertorio habitual del Cavern Club de Liverpool, con composiciones propias y algunas versiones. De hecho, la intención inicial del mánager George Martin era registrar el disco en dicho local, aunque finalmente se desechó esa idea.
La jornada arrancó con There’s a place y terminó 9 horas y 45 minutos después con Twist and shout y John Lennon prácticamente impedido para cantar debido a un galopante catarro. El coste total de la sesión fue de 400 libras esterlinas, y cada uno de los cuatro Beatles cobró 7 libras y 10 chelines.
Las canciones que integran este exitoso debut discográfico son I saw her standing there, Misery, Anna (go to him), Chains, Boys, Ask me why, Please please me, Love me do, PS I love you, Baby it’s you, Do you want to know a secret, A taste of money, There’s a place y Twist and shout.
La mayoría de estas canciones se editaron por primera vez en 1964 en Estados Unidos, en el disco Introducing… The Beatles, y un año después en The Early Beatles. La famosa foto de su portada se tomó en las escaleras del edificio londinense de la discográfica EMI, y es obra de Angus McBean. Como curiosidad, este es el único álbum en el que las canciones de Paul y John aparecen firmadas por la dupla McCartney-Lennon, pues posteriormente la fórmula siempre sería Lennon-McCartney.
Para conmemorar esta fecha tan redonda y significativa, la Fundación Carlos Amberes de Madrid, que alberga la exposición 'Beatlemanía: 50 años después', realizará varios conciertos los fines de semana durante el mes de febrero y especialmente este lunes 11, reproduciendo el disco al completo desde las 11 horas (coincidiendo así en día y hora con la grabación original de los Beatles), y con una actuación en directo de la banda tributo Flaming Pie Band a las siete de la tarde.
Y es que esta Fundación alberga hasta el 3 de marzo una de las exposiciones más importantes de Europa sobre el cuarteto de Liverpool, propiedad del experto en los Beatles Carlos D. Chardí, con más de 350 elementos relacionados con la banda, desde todas sus imágenes, algunas de ellas inéditas, de su visita y conciertos en España en 1965, copia original de su contrato, hasta sus primeros instrumentos y como curiosidad, un cabello de George Harrison autentificado.
Además, se puede contemplar por primera vez en nuestro país la mayor colección de álbumes de Please Please Me a través del mundo. Ediciones como la japonesa, española, chilena, peruana, argentina (con el título en español), francesa, alemana y estadounidense que reflejaba títulos distintos, así como la primera edición inglesa que llega a alcanzar precios astronómicos por encima de los 1.000 euros. Lo que la beatlemania unió que no lo separe el dinero.